La neurodivergencia está presente en todos los ámbitos, también en el tecnológico. Altas capacidades, autismo, TDAH y otras formas de procesar la información, forman parte natural de la diversidad humana, aunque a menudo siguen siendo invisibles en los equipos y comunidades.
En el sector tecnológico, estas diferencias influyen tanto en la comunicación como en la participación en eventos y proyectos. Al mismo tiempo, aportan fortalezas valiosas: creatividad, atención al detalle, pensamiento innovador o capacidad de resolver problemas de manera distinta.
Esta charla busca abrir la conversación sobre cómo reconocer esa diversidad y cómo construir espacios de trabajo y de comunidad más inclusivos, accesibles y sostenibles, donde todas las personas puedan sentirse cómodas y tengan la oportunidad de aportar.
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